“El señor Pedro”: un cuento de veteranos en el futbol

A lo largo de la vida, el futbol puede convertirse en una de las actividades más importantes para algunas personas. Muchos argumentan que, si no se practica profesionalmente, no pasa de ser un entretenimiento pasajero que distrae, sobre todo a niños y jóvenes, de asuntos verdaderamente importantes como la escuela. Sin embargo, el balompié también aporta muchas cosas buenas; sobre todo, nos brinda la oportunidad de conocer a gente que marca nuestra existencia positivamente.

Ejemplo de ello es el cuento “El señor Pedro”, del escritor español Raúl Mateos Barrena. En esta historia, el autor nos presenta las vivencias que dos viejos amigos tuvieron desde la infancia en los campos de futbol del barrio. Es así que, desde que tenían unos diez años, se entregaban en la cancha con la misma intensidad que los profesionales. Además, hay una figura reconocida y respetada por ellos que los observa y motiva a dar lo mejor: el señor Pedro, veterano entrenador de equipos juveniles que, al encontrarse todavía en gran forma física, se da el lujo de pegarle al balón de una manera que asombra a propios y extraños.

Es entonces que el señor Pedro, al percatarse del talento de estos jóvenes amigos, los invita a integrarse a un equipo infantil que se está formando para competir en torneos locales que les darán la oportunidad de pisar canchas de prestigio. De esta manera, estos muchachos y otros de sus compañeros pasan de jugar en la calle a hacerlo en escenarios casi profesionales, con tribunas, alumbrado y vestidores donde ducharse es toda una experiencia digna de recordar. No importa si son goleados por sus rivales: lo fundamental es el disfrute del encuentro, el jugar futbol, les dice el señor Pedro.

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Para estos niños, como ocurre con muchos otros alrededor del mundo, el balón se convierte en lo más trascendente de la vida. No hay tiempo de pensar en exámenes ni preocuparse por tareas escolares: lo importante es el partido del domingo; es la máxima motivación para sobrevivir a una semana de colegio. Asimismo, el futbol hace que se olviden hasta de comer: aunque sus madres les griten desde la ventana porque se enfría la sopa, antes hay que ganar el duelo que está empatado a ocho goles. Y si los zapatos terminan rotos de tanto patear el esférico, ahí estarán las señoras para reclamarle al señor Pedro el que sus hijos no tengan calzado para presentarse a clases. Lo que sucede después con el futbol es incierto: no todos llegarán a ser profesionales, cierto, pero ahí están los sueños, las ilusiones, el significado que una pelota le puede dar a la existencia. ¿El deporte del chisme? Morbo en la prensa deportiva

Pueden encontrar “El señor Pedro” en el libro “Caperucita Feroz. Obras seleccionadas en la cuarta edición del concurso de cuentos Caperucita Feroz”, de Ápeiron Ediciones, donde también aparece mi relato “Robowife XZS”, y recordar esos tiempos en que para muchos de nosotros, siendo niños, e incluso ahora también, el futbol era lo más importante de la vida.

Author: Jose Alejandro Carro
Redactor, escritor reflexionando sobre deporte y otras formas de comunicacion Profesional dentro y fuera del campo