Consecuencias del covid-19 en la industria del deporte

Es entendible dentro del comportamiento humano, el sentimiento de hartazgo al enfrentar una situación, que se quisiera hacer desaparecer de inmediato. Sobre todo si está molesta situación impide el desarrollo de una  vida normal, en la que se puede disfrutar de lo cotidiano y hermoso que existe en el mundo. Existe una gran lista de placeres que ofrece la vida moderna, como el viajar a lugares comunes con el fin de convivir con seres queridos o bien el asistir a disfrutar de la práctica de algún deporte, o bien asistir a un estadio para presenciar el deporte favorito.

Dentro de la vasta gama de espectáculos deportivos, podemos citar en nuestro país por ejemplo el futbol, la  que presenciaron en los estadios algunos miles de espectadores nacionales en el desarrollo de la liguilla en fechas recientes a pesar de la pandemia (que quisiéramos no existiera y desapareciera por completo de nuestras vidas), pero que desafortunadamente la misma vida, se encarga de ubicarnos y señalarnos, que tristemente no es así.

Recientemente nos enteramos que aún y cuando las autoridades de los estadios en donde se celebraron los partidos, establecieron un aforo al estadio de un porcentaje mucho menor a la capacidad total de espectadores para presenciar los partidos, la cantidad de espectadores fue mayor que la permitida en esos estadios, los casos más notables los pudimos notar a simple vista en las transmisiones por la televisión, en los estadios de Pachuca y Torreón en donde se hizo caso omiso de las restricciones establecidas. ¿Habrá existido algún contagio en la celebración de alguno de los partidos?, sinceramente lo ignoro, y quizá a quien lo sepa, pero le vale un carajo.

Si nos proyectamos hacia el futuro inmediato, la celebración de los juegos Olímpicos de Tokio los tenemos a la vuelta de la esquina, los atletas de los países participantes se encuentran en la fase final de preparación al evento, más a las autoridades de Japón (Tokio), les preocupa el aumento de contagios a últimas fechas en el país, y persiste la amenaza de su cancelación.  A ellos no les vale ni medio carajo.

Pero no en todas partes pareciera que se toma en serio al virus, como ejemplo tenemos el anuncio del cambio de sede de la copa América, a celebrarse en el sur del continente americano, para la sede original se tenía contemplado Colombia, más debido al aumento en los contagios de la enfermedad dentro de la población y los disturbios sociales que acontecen en este país se decidió nombrar como sede alterna a la Argentina, quién recientemente también declinó el desarrollo de la Copa en su territorio, debido también al aumento de contagios y muertes relacionadas con la enfermedad, sin embargo Brasil uno de los países con más contagios en el continente fue señalada como el país a desarrollarla, cabe citar que como dirigente del país sudamericano se tiene a un gobernante al que se considera populista a quién se escucha pronunciar dentro de sus discursos  que de algo se tiene que morir su gente, y pregunta a su población si acaso Brasil es un país de maricas. Creo que al mencionar esto la situación le vale dos carajos. Francamente dudo, que algún ser humano de cualquier parte de este planeta desee morir, ya sea al ser contagiado por esta enfermedad o por algún  otro motivo.

Y esta situación  sucede en otras latitudes, otro ejemplo se incrementó de manera alarmante el número de muertes debido a la pandemia en la India debido a distintas causas, entre ellas la celebración de eventos de tipo religioso, y sin querer ser alarmista pero se corre el riesgo de un incremento en el número de contagios y sus fatales consecuencias en nuestro país, debido a la irresponsable determinación de las autoridades federales y estatales, de establecer el semáforo verde en la mayor parte del territorio nacional, teniendo apenas poco más de 20 millones de ciudadanos vacunados (según cifras del gobierno de México) comparadas contra las 80 millones de personas señaladas por las autoridades para lograr la llamada “inmunidad de rebaño” .

Las medidas tomadas por la autoridad son prematuras según lo comentan algunos médicos especialistas, no es algo que se le haya ocurrido a quién esto escribe. Ahora surge una pregunta, ¿tienen algo que ver las elecciones que se celebrarán el domingo 6 de Junio de 2021?

Mal pensado e irresponsable que soy. Pero no me valen tres carajos y es mi obligación señalarlo.

Author: Jesus Lago Casas
Ingeniero y relator de historias sobre el deporte Construyendo el presente y futuro