Los suplementos alimenticios multiplicaron sus ventas en la última década debido a una efectiva publicidad en las redes sociales y a la escasa regulación por parte de los entes gubernamentales.
¿Qué es un suplemento alimenticio?
Los suplementos alimenticios pueden formar parte de la dieta de una persona porque son vitaminas, minerales, hierbas, entre otros productos. Vienen en varios formatos como pastillas, cápsulas, polvos, líquidos y barras energéticas. Estos suplementos no están destinados a curar enfermedades o condiciones de salud, pero si para mejorar la salud y/o el bienestar de la persona.
Las vitaminas y minerales se conocen como micronutrientes. Estos alimentan su cuerpo y lo ayudan a mantenerse saludable. Puede obtenerlos comiendo una variedad de alimentos en su dieta diaria. Esto asegura que el cuerpo pueda absorberlos adecuadamente. Debe intentar comer una variedad de alimentos saludables, como frutas, verduras, carnes magras y pescado. Si no lo hace, es posible que no obtenga todos los micronutrientes que su cuerpo necesita. Tomar un multivitamínico puede ayudar.
¿Cuáles son los riesgos del negocio de suplementos?
La mayoría de estos suplementos alimenticios son de venta libre. Es decir, cualquier persona puede ir a una tienda o comprar por internet alguno de estos productos sin tener una receta o una autorización de un profesional de la salud. Es decir, queda a consideración de la persona que sea responsable y no consuma más dosis de la permitida por la descripción del suplemento.
Sin embargo, al no tratarse de fármacos como tal, las evaluaciones de los mismos no son tan estrictas y la evidencia científica respecto a los beneficios de su consumo no siempre está demostradas. Los suplementos nunca son un sustituto de una dieta balanceada y saludable, pero son populares porque las personas se sienten más saludables si hacen algo que creen que las hace saludables. Bajar de peso: el negocio de cada año
El mercado de suplementos alimentarios aumenta sus ventas año a año debido a que las personas buscan obsesionadamente un cuerpo estilizado. Mediante influenciadores que recomiendan este tipo de productos en las redes sociales, las empresas logran sus ventas. Sin ninguna base científica confiable ni una buena reputación, el objetivo de estas empresas es vender la mayor cantidad posible de productos. Los influenciadores y personas intermediarias hacen parte de su estrategia de venta presentando al producto como una inversión que traerá una mejora increíble. El problema con este producto radica en que lo muestran como un suplemento nutricional, un reemplazo de comidas, sin necesidad de ejercicio o dieta. Como estos, muchos productos son publicitados con el fin de aumentar musculatura, bajar de peso, limpiar el organismo e incluso potencializar la actividad sexual, por lo cual la alerta se convierte en un asunto global.
Estos suplementos nutricionales son adicionados, tienen aportes excesivos de proteínas, aminoácidos esenciales y no esenciales. Es un negocio millonario que induce al consumo excesivo de estos suplementos que no están permitidos y que no son saludables. Al no tener supervisión de profesionales e investigadores éticos, ni de entes de control gubernamentales, no hay sanción para personas ni empresas que ofrezcan estos tipos de productos que otorgan propiedades medicinales más allá de lo que el producto en su propia naturaleza tiene.
Recomendaciones
Si una persona cree que necesita un suplemento, es recomendable que hable con un profesional de la salud para que mediante exámenes médicos pueda verificar si realmente necesita o no tomar un medicamento. Hay otras formas de conseguir vitaminas y minerales como modificando la dieta, incorporando una rutina diaria de ejercicios físicos y modificar el estilo de vida en nivel general.