Cuando un partido de futbol es aburrido, una de las cosas que pueden salvarlo es el relato que de este pueda hacer el narrador en turno. Alguna vez, el legendario cronista deportivo mexicano Pedro “Mago” Septién, durante una transmisión radial, se inventó un partido de beisbol de Grandes Ligas porque este fue suspendido y no había otra forma de cubrir ese tiempo. Hasta ese grado llegaban su talento e ingenio.
Hoy en día también constituye un factor, sobre todo en las transmisiones televisivas de los encuentros de la selección nacional de futbol, qué comentaristas estarán ante el micrófono para decidir qué canal sintonizar, pues muchas veces, además del conocimiento que analistas y narradores tengan del deporte, se busca a los más ocurrentes, a los que más risas puedan sacarle al auditorio.
Y esta manera de disfrutar del futbol es inspiración para el cuento “Socializar al niño”, de la escritora española Ana María Moix (1947-2014). En este relato atestiguamos las preocupaciones de Luis y Marisa del Peral, un matrimonio que vivió muchas angustias por su único hijo, Pascual, quien desde muy pequeño tuvo un carácter peculiar. Siendo ya una pareja madura, los Del Peral, satisfechos de ver ahora a su vástago como todo un triunfador, recuerdan la época cuando constantemente eran llamados por el director y el psicólogo de la primaria para hablarles de los problemas del niño. Y no era porque este tuviera mala conducta o sacara bajas calificaciones; al contrario, era un alumno modelo.
El problema de Pascual era su excesiva pasividad, su demasiada cortesía, de lo que otros niños abusaban, por lo cual el hijo del matrimonio Del Peral era objeto de constantes agresiones y burlas. De esta forma, las actitudes de Pascual son consideradas por las autoridades del colegio, sus compañeros e incluso su padre como cobardes, aunque este no quiere reconocerlo abiertamente; sin embargo, está convencido de ello.
En su afán de ayudar a su hijo, de socializarlo, como aconsejó el psicólogo, Luis del Peral, al ver la afición del niño por el futbol, organiza un equipo donde pueda modificar su carácter pasivo y dejar de ser objeto de abusos. No obstante, Pascual rehúye el contacto físico, da la espalda a las jugadas y evita tocar el balón, por lo que es relegado a la banca. Su padre, descorazonado, deja de ir a los partidos para no atestiguar el fracaso de Pascual, quien, a pesar de todo ello, parece inexplicablemente feliz.
Pero todo cambia cuando, un día, Pascual llega a casa eufórico. Les dice a sus padres que él fue el mejor del partido. Felices pero incrédulos, se convencen de las palabras de su hijo cuando, un día después, los demás niños del equipo van a buscarlo para que no falte al siguiente encuentro.
“Socializar al niño” está incluido en el libro electrónico Un poco de pasión y otros cuentos de futbol, de Ana María Moix, para que conozcan el final de esta historia, el cual quizá ya hayan adivinado.