en el boxeo existe golpes como el rabbit puch o golpe de conejo que consiste en un golpe en la nuca o en la parte trasera de la cabeza, lo cual es ilegal y muy peligroso para el contrincante
Tanto en el deporte como en la vida, no todas las historias pueden ser de gloria: muchas veces son retratos sórdidos de personajes y situaciones que lejos están de la imagen triunfadora de las portadas de los periódicos y las medallas y trofeos. Sin embargo, son historias tan humanas que también merecen ser contadas.
Este es el caso de Marco Antonio Romero, protagonista del cuento “Rabbit Punch”, autoría del escritor mexicano Javier García-Galiano (1963), quien ha abordado diversas disciplinas atléticas a lo largo de su obra. En este relato, Romero es un oscuro boxeador que asiste cotidianamente a un gimnasio de su natal Tamaulipas para practicar rounds de sombra, golpear la pera y el costal y servir de sparring cada vez que se requiere.
Romero está consciente de sus limitadas habilidades pugilísticas, al igual que su manager, Ismael Rosas, el hombre preferido de algunos promotores expertos en amañar peleas que dejan jugosas ganancias a los apostadores. No obstante, el panorama parece cambiar cuando el entrenador le pide ser sparring de Tom Higgins, peleador inglés que, tras haber dejado su patria y recorrer gran parte de Estados Unidos en busca de un rival a su altura, llega a Tamaulipas, pues le han dicho que en México lo encontrará.
Es entonces que Romero tiene ocasión de enfrentar a Higgins, a quien no soporta por su actitud arrogante, sonrisa sarcástica y presunción, por lo que está encantado ante la posibilidad de bajarle los humos. Este simple entrenamiento va subiendo de tono debido a la antipatía que el inglés despierta en el mexicano, tanto que, en cierto momento, el entrenador debe pedirles baja la intensidad. Sin embargo, en un intenso intercambio de golpes, Romero le produce un corte a su odiado rival, algo que no solo sorprende a Rosas y al promotor del británico: también provoca su disgusto ante la cercanía del combate que Higgins tendrá en la Arena Coliseo, en la Ciudad de México, pues, aunque le diera tiempo de recuperarse, su contrincante buscaría atacar la zona afectada para abrirla de nuevo.
Con este episodio, que él considera una modesta victoria, Romero tiene suficiente para no sentirse culpable por la probable derrota de Higgins en la capital mexicana a causa del corte en aquel violento entrenamiento. Empero, el púgil británico resulta ganador y su ego asciende hasta las nubes. Frustrado ante la noticia y resignado a sus entrenamientos sin futuro, más útiles para expresar su odio hacia Higgins que para ascender en su carrera boxística, Romero regresa al gimnasio, hasta que le proponen enfrentar otra vez a su enemigo, aunque ahora sí en un duelo oficial pero arreglado.https://losaficionados.com.mx/2023/04/amb-omb-fib-cmb-organismos-del-boxeo/
Ya en el ring, ante un público dividido entre aquellos que conocen los amaños en este tipo de peleas y los ingenuos o esperanzados en la honestidad del pugilismo, Romero y Higgins intercambian golpes nuevamente. Ahora les toca a ustedes conocer el resto de “Rabbit Punch” en el libro electrónico Especulaciones cabalísticas, obra de García-Galiano dedicada por entero a historias deportivas.