Debido a sus capacidad adictiva, la nicotina genera entre quienes la consumen efectos tanto estimulantes, como bloqueantes; un fumador habitual, tiene a mantener altos niveles de nicotina en la sangre, lo cual provoca que la presión arterial, circule de forma acelerada pero en un modo relativamente constante, es decir, se mantiene a su propio ritmo, pero, ¿qué es lo que sucede cuando una persona que fuma decide dejar de hacerlo?.
El nivel de nicotina en la sangre disminuye, por lo tanto la presión sanguínea también lo hace, lo que provoca que el fumador sienta la necesidad de fumar, provocando estados de irritabilidad, nerviosismo y falta de concentración en una etapa inicial durante el proceso de dejar de consumir tabaco, hay quienes afirman que el consumo de tabaco tranquiliza a quien depende de él, en ese sentido y debido a los efectos que este produce, es también posible afirmar que el consumo de tabaco mas bien, irrita a quien deja de consumirlo.
Además de los efectos que la nicotina produce en el sistema circulatorio, existen otros dos sistemas del cuerpo humano que se ven directamente afectados por el consumo de este estimulante, el nervioso y el respiratorio.
La nicotina actúa sobre el cerebro, es ahí donde se genera un mayor daño, pues ahí existen millones de neuronas que transmiten información a través de todo el sistema nervioso, esta sustancia impide que el proceso de sinapsis que ocurre entre las neuronas no se lleve de forma adecuada, al mismo tiempo el monóxido de carbono que produce daña de forma irreparable los pulmones, las arterias y aumenta las posibilidades de tener ataques cardiacos.
Los riesgos del deporte mal hecho en casa
En este articulo no vamos a comentar todos los daños que provoca el consumo de nicotina, pues ese no es el titulo, además la mayoría los conocemos o por lo menos hemos visto las ilustraciones de una cajetilla de cigarros en las que se explica de una forma mas o menos clara los efectos negativos del consumo de esta, pero al menos las compañías tabacaleras se apegan al margen de la ley al advertir al consumidor sobre las consecuencias que podría provocar el consumo de este alcaloide.
Dejar de fumar, tiene un significativo impacto en las funciones básicas de nuestro cuerpo, las arterias comienzan a ensancharse lo que disminuye la presión arterial, por ende se reduce la posibilidad de tener contraer alguna enfermedad cardiaca, así mismo mejora la capacidad pulmonar, disminuyen las posibilidades de adquirir cáncer de pulmón, boca, garganta y páncreas.
Desde el año 1987 la Organización Mundial de la Salud (OMS), se conmemora cada 31 de mayo el día mundial anti tabaco, el cual promueve la abstinencia al consumo del cigarro por lo menos durante 24 horas para dejarlo de forma paulatina, este día ha dado una apertura a la posibilidad de dejar de consumirlo en una totalidad.
La abstinencia al tabaco aunque en un principio puede ser difícil, muchos ex fumadores han afirmado que es a través del deporte que han encontrado la forma de complementar esa parte que se les es arrebatada cuando decidieron dejar el cigarro, ¿Cómo?, no es nada fácil pero hay que tener voluntad afirman.
“Las primeras 24 horas fueros las peores, pero decidí que no quería suicidarme y por eso comencé a ejercitarme, además que mi asesino me estaba cobrando casi 20 mil pesos al año por una muerte lenta y dolorosa”, explican algunos rehabilitados.
En ese sentido, ¿Ya habíamos tocado el tema del gasto que genera en los bolsillos consumir tabaco?, ¿Y que hay de los niños que nacen con problemas respiratorios por culpa de sus padres?, mejor dejemos eso para después, la realidad es que fumar tiene todo para lo cual podemos decir no, es como aquella novia que nuestra familia y amigos no aceptan, no hay nada bueno en ella, es interesada, tiene a otros y en cualquier momento nos va a hacer daño pero somos nosotros mismos los únicos que lo aceptamos y no queremos ver esa realidad, es ese tipo de amor enfermizo.
El tabaquismo no es un mal poco importante, según datos publicados por el portal The Lancet en 2017, en el mundo hay mas de 70 millones de fumadores de todas las edades, esta cifra no exenta a grandes atletas, tal es el caso del delantero inglés Wayne Rooney quien ha reconocido haber consumido tabaco durante algún tiempo, principalmente en su juventud y ha sido sorprendido fumando en diferentes ocasiones, la diferencia entre un deportista de alto rendimiento y nosotros, tal vez sea la actividad física que cada uno realiza, pero si el delantero del Everton ha hecho una carrera millonaria y que si ahora pese a su edad aun muestra un nivel aceptable en la cancha, no se sabe si este fuera mejor si él no fuera o hubiese sido fumador, tal vez en su caso sólo es cuestión de edad pero ¿qué hace la mayoría para que el impacto del tabaquismo en su cuerpo no sea tan significativo?.
El tabaquismo no perdona edad, ni profesión, nacionalidad, genero o condición social, todos somos susceptibles a volvernos fumadores en algún momento de nuestras vida, tal vez por el ambiente del que nos rodeamos, presión social o aceptación, los motivos pueden ser cientos, pero ¿queremos enamorarnos de esa novia sabiendo que en cualquier momento nos va a matar?, por ahí dicen que nadie ha muerto de amor, tal vez deberíamos analizar ¿de que tipo de amor nadie ha muerto?.
Suelta el cigarro, amárrate tus tenis y sal a correr, que por algo se empieza.