Escucha el articulo tambien en podcast, Spreaker.
No cabe duda de que la música está ligada al deporte de diversas maneras; por ejemplo, con las canciones que acompañan las sesiones de zumba, las melodías que gimnastas y fisicoculturistas utilizan en sus rutinas o las populares playlists con que los corredores devoran los kilómetros.
Además de ello, la música también funciona como estímulo para la actividad física a través de un medio al que, de una forma u otra, no podemos ser indiferentes: el cine. Como hemos visto numerosas veces en este espacio, el deporte ha sido fuente de inspiración para el séptimo arte, y éste es un vehículo poderosísimo para tocar las emociones más profundas del público. Y ocurre que, en ocasiones, la banda sonora de una película impulsa aun más los sentimientos que un filme despierta a través de una historia y las actuaciones.
Uno de los ejemplos más conocidos de una gran película acompañada de una banda sonora igualmente majestuosa es Rocky (1976), protagonizada por Sylvester Stallone, dirigida por John G. Avildsen y cuya musicalización corrió a cargo de Bill Conti (1942), compositor estadounidense. ¿Qué aficionado al boxeo y al deporte en general no se ha emocionado con la famosa secuencia de entrenamiento de Balboa para su pelea contra Apollo Creed, con el tema principal de fondo? ¿Quién no ha vibrado con la escena de su batalla por el campeonato de peso completo, cuya música incrementa el dramatismo transmitidos por la historia y las actuaciones?
Es indudable que el éxito de esta primera entrega de la saga cinematográfica del Semental Italiano se debió en gran parte a la aportación de Conti, quien fue nominado al Óscar por esta banda sonora, reconocible en todo el planeta incluso por gente que no ha visto la cinta pero identifica su origen; tan grande es su popularidad. Muchos deportistas hallan una motivación extra en su rutina de ejercicio con la música, incluida la de esta serie inmortal.
Con excepción de Rocky IV, Bill Conti se encargó de musicalizar la saga del púgil de Filadelfia y también fue el compositor de otra famosa franquicia cinematográfica deportiva: Karate Kid. Muchos son los temas notables que las películas de Rocky nos regalan, que lo mismo contagian energía que tranquilidad, drama y amor, pero, indudablemente, es su energético tema principal, Gonna fly now, el que se lleva las palmas: con un inicio con trompetas a manera de fanfarrias, resulta admirable la cantidad de instrumentos que destacan y tienen su momento de protagonismo durante la melodía: violines, percusiones, guitarra eléctrica, voces. La canción incluso llegó a encabezar la prestigiosa lista de Billboard en 1977 y se ha convertido en un clásico que inspira a los practicantes de cualquier disciplina deportiva.
Tanto si no han visto como si ya vieron Rocky, los invito, además de disfrutar la historia, a poner especial atención en la banda sonora e incluso añadirla a su playlist cuando estén en el gimnasio o salgan a correr, pues seguro los motivará a dar ese extra en sus entrenamientos.