Los objetivos de un partido amistoso para una selección nacional, sea cual sea esta, pienso que debieran servir para buscar aparte de un mejor desempeño del equipo, encontrar a los jugadores con los que se pudiera contar a futuro dentro de la selección nacional.
En el caso de la selección mexicana, ese objetivo se diluye, debido a las condiciones y fechas en las que se lleva a cabo el partido de futbol. Dentro del campeonato mexicano, cuando está cerca del final en su primera etapa, y en donde los equipos involucrados en calificar arañan los puntos necesarios para salvar a medias unas mediocres campañas, y son “premiados” con una nueva oportunidad para lograr algo digno que comentar acerca de su participación en el campeonato mexicano, se celebra un encuentro, a un día de celebrarse una final del torneo de CONCACAF entre dos equipos mexicanos, el Monterrey y el América disputándose aparte del campeonato, un boleto para la final de clubes.
Obvio es que los equipos involucrados en estas circunstancias se resisten a ceder a sus jugadores para que jueguen un partido amistoso con la selección mexicana, que aporta poco, o nada, a su preparación a futuro. Se avizoran para el seleccionado nacional mexicano dos compromisos importantes en la búsqueda de un boleto para el mundial próximo a celebrarse en Catar. Dos partidos complicados, los dos como visitante ante Estados Unidos y Canadá, sin menospreciar la visita que se tiene posteriormente ante Jamaica. Juegos que lucen de momento complicados, debido al pobre nivel mostrado en últimas fechas por el equipo nacional, aunque los puntos logrados hasta el momento por el tricolor pongan en duda lo observado por un servidor.El negocio de las barras bravas: La industria de la animación.
El objetivo de la selección mexicana, que es calificar al mundial se está consiguiendo hasta el momento, las formas de conseguirlo jugando buen futbol aún no.
En cuanto al partido celebrado ante Ecuador, poco se puede hablar, sobre todo después de perderlo 3 goles por dos, pero vaya, hay formas de perder un partido de futbol que hacen menos dolorosa la derrota, como el ser superado en buena lid por el equipo al que se enfrenta, pero cuando eres vulnerado con jugadas tan básicas como las que propiciaron los goles anotados por el equipo ecuatoriano, en las que te meten un gol en los primeros dos minutos del partido, o bien cuando la jugada del gol comienza con el cobro de un saque de banda y agarran a la defensa del equipo mexicano “dormida” eso es de primero de primaria, francamente ridículo…
En resumen este tipo de partidos, tiene dos caras, una positiva, la económica pues como siempre, el cariño y añoranza por ver a tu seleccionado en un país que no es el tuyo, debe de ser grato, y aunque te cueste caro, si lo tienes lo pagas y vas a verlos jugar. El objetivo se logró, se recaudó buena lana.
La negativa y no menos importante, el buen funcionamiento del seleccionado (con jugadores que en su gran mayoría no ocupan un lugar dentro del primer equipo mexicano) en definitiva no se consiguió.
Del rival, que también cuenta, la selección de Ecuador, que tampoco jugó con su mejor equipo, podemos decir que se defiende bien, con jugadores fuertes, que practican un futbol práctico y efectivo, y lo más importante, tienen gol, y esa es, la notable diferencia.