Una triste y añeja historia en el deporte olímpico mexicano.
México es un país que no se caracteriza precisamente por ser una potencia mundial en el deporte, nuestro país desde su primera participación en una justa olímpica ha obtenido gracias a sus deportistas un total de 69 medallas desde su primera participación en juegos olímpicos de París en 1900.
De esas 69 medallas 13 medallas son de oro, 24 de plata y 32 de bronce sin contar las más recientes obtenidas en los juegos que se desarrollan actualmente en Tokio 2021. Como podemos notarlo no son muchas medallas las obtenidas a lo largo de la historia, un país se llame como se llame muy probablemente las obtenga en estos juegos olímpicos y quizás obtenga más.
Hasta el momento de escribir esto 28 de Julio de 2021, nuestros deportistas han obtenido dos medallas de bronce, siendo estas las obtenidas en tiro con arco por Alejandra Valencia y Luis Alvarez y la obtenida por Alejandra Orozco y Gabriela Agundez en plataforma de 10 metros en Clavados sincronizados. No son muchas esto es claro, pero la cosecha de medallas en estos juegos pienso será como cada juegos olímpicos, escasa pero sumamente meritoria.
En muchas ocasiones somos crueles a la hora de juzgar la participación de nuestros atletas y pensamos que con el simple hecho de participar en unos juegos olímpicos los resultados deben de ser muchos y brillantes. No nos ponemos a pensar que a los gobiernos de nuestro país actualmente y a lo largo de la historia el deporte en México no les interesa, no es una prioridad, tal parece que les estorba. Cruel y triste pero real.
Si al ya de por sí al poco presupuesto destinado al deporte se le da una “pellizcada” de varios millones de pesos, las posibilidades en la obtención de medallas baja, las razones son variadas y múltiples y van desde la falta de instalaciones adecuadas para el desarrollo del deporte, pasando por la falta de presupuesto en las bolsas de los principales protagonistas de estos (llámese entrenadores y deportistas) y demás etcéteras. Las variables tienen “x” incógnitas. Pero la culpabilidad de la falta o escasez de logros deportivos (medallas) recae regularmente en los atletas.
Si a este ya de por sí explosivo cóctel le añadimos una pizca de corrupción en las autoridades deportivas, el resultado es algo parecido a lo que observamos cada vez que tenemos olimpiadas, en donde cada vez le cuesta más trabajo a un deportista mexicano ya sea mujer u hombre conseguir la anhelada medalla, sea del color que sea, ya que tiene que rompérsela y vencer todos los obstáculos que se interponen en su camino con tal de lograr su obtención.
La historia se repite después de terminar los juegos olímpicos, tras los pobres resultados obtenidos por los atletas, se habla sobre la falta de preparación, de fogueo internacional, de presupuesto mal invertido, y de muchas cosas más, ahora habrá que agregarle la maldita pandemia, pero autoridades y gobiernos van y vienen y el resultado tristemente es el mismo.
Y se me olvidaba algo importante falta la acostumbrada invitación por parte del presidente a los valiosos deportistas que logren una medalla, los apapachos y las promesas, espero por el bien de ellos que no los manden al “carajo” como actualmente acostumbra hacerlo este gobierno, que ya mando al “carajo” a los familiares de un accidente mortal, y un aeropuerto entre otras cosas.
Y deseo equivocarme y que las medallas obtenidas por nuestros atletas y gente involucrada directamente en el desarrollo del deporte sean muchas, de verdad, ellos se las merecen.
Ellas, ellos y nadie más.