Nada volverá a ser como antes, y la industria de los deportes no se queda fuera de esta afirmación. La crisis mundial está cambiando todo, afectando patrones “normales” en nuestro funcionamiento diario y ocasionando la caída de algunos modelos de negocios a los que estamos acostumbrados. El COVID-19 definitivamente ha revelado algunas fallas en el mundo deportivo.
Para empezar, hay que establecer que la gran mayoría de los deportes obtienen ingresos de tres diferentes maneras: la transmisión de los eventos, patrocinios, y la venta de boletos y mercancía. Esto implica que cada día que los deportes siguen sin regresar, las pérdidas para las ligas, equipos y organizaciones son millonarias, lo que hará que muchas de estas organizaciones no puedan sobrevivir y que otras tengan que encontrar nuevas maneras de hacerlo.
Los salarios y mercados de transferencias millonarios regresarán a ser más conservadores ya que los equipos no tendrán tanto dinero para gastar. Las cifras de las fichas de los jugadores no serán exageradas y se comenzarán a desarrollar métricas más objetivas para conocer el valor real de un jugador. De igual forma veremos topes salariales en todos los deportes para mantener un nivel competitivo y no aislar a los equipos y ligas más afectados económicamente por la reciente crisis.
Por otro lado, muchos de los seguros que tienen los eventos no cubrían pandemias, por lo que creo que a partir de ahora veremos coberturas contra pandemias ya que sin un instrumento así será muy difícil mantener a flote los eventos deportivos si apareciera algún nuevo virus. También creo que las organizaciones deportivas tendrán que crear fondos de emergencia para poder encarar situaciones como esta.
Los cambios que vienen a la industria deportiva son inminentes, cuando todo esto acabe será adaptarse o quedarse atrás. Algunos otros cambios que en mi opinión podremos ver serán: el cambio de la televisión tradicional a la digital, en donde cada liga o evento tendrá su propio canal y los usuarios tendrán que pagar suscripciones para acceder a su contenido y; el crecimiento de los eSports a tal grado que remplazarán a algunos de los deportes tradicionales.
Solo el tiempo dirá cuántos de estos cambios veremos, pero podemos estar seguros que nada volverá a ser igual y que el mundo deportivo será revolucionado sin así haberlo planeado.
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