En la historia del boxeo ha habido grandes campeones cuyo más grande rival fue su propio temperamento. Tal es el caso de un peleador cuya vida fue llevada al cine. El púgil es Jake LaMotta (1922-2017); la película, “Toro Salvaje” (“Raging Bull”), de 1980. Este filme, dirigido por el aclamado cineasta Martin Scorsese, retrata la vida de este boxeador estadounidense campeón de los pesos medios conocido como el Toro del Bronx, cuya carrera se desarrolló a lo largo de la década de los 40 y principios de los 50 y que llegó a ser comediante tras su retiro. La cinta de Scorsese está basada en las memorias de LaMotta, “Raging Bull: My History”, y fue protagonizada por Robert de Niro, cuya excelente interpretación le mereció un Óscar como mejor actor.
El filme está presentado en blanco y negro para ambientar la historia en el Nueva York de los 40, donde Jake LaMotta comienza a despuntar en el box a pesar de su carácter, que le provoca conflictos en su primer matrimonio y en la relación con su hermano, Joey, quien, además de ser su confidente, hace las veces de sparring, representante y entrenador. El indiscutible talento y garra de LaMotta en el ring se ven empañados por su difícil personalidad, pues sus conflictos maritales no sólo desembocan en una separación y un segundo matrimonio, sino que sus celos enfermizos hacia su nueva esposa también provocan una tormentosa relación con ella y constantes conflictos con sus más allegados, incluido su hermano, por su eterna desconfianza de infidelidades.
En el cuadrilátero, la carrera del Toro del Bronx va en ascenso pese a su complicado carácter y forja una de las primeras grandes rivalidades en el deporte del pugilismo con Sugar Ray Robinson, otro legendario peleador con quien sostuvo seis combates en su carrera, aunque LaMotta sólo ganó uno y debió llevarse otro a no ser porque los jueces favorecieron inexplicablemente a su rival.
Pero la personalidad no es el único obstáculo para LaMotta en su lucha para alcanzar el cinturón: sus excesos con la comida le complican dar el peso requerido para la división y su negativa a ser favorecido por las mafias le cierran el camino hacia el título. Es hasta después de un escándalo por amañar una pelea y una nueva oportunidad de conquistar el campeonato que el Toro del Bronx alcanza la gloria, pero la llegada a la cima significa para él una caída en su vida deportiva y personal equivalente al esfuerzo realizado, lo que lo orilla a emprender nuevas rutas, donde su temperamento será también su más encarnizado enemigo.
Pueden encontrar “Toro Salvaje” en plataformas de compra y renta de películas y disfrutar de la que es considerada una de las mejores cintas deportivas de la historia, pues destaca por sus escenas boxísticas, que reflejan la intensidad con que LaMotta enfrentaba a sus rivales, además de que muestra que las batallas más complicadas, tanto dentro como fuera del ring, se libran contra uno mismo.“Kid Puño”, el cuento sobre boxeo