A través de los años, el deporte se ha distinguido por vencer prejuicios de muchas clases; uno de ellos es el racismo. Combatir este fenómeno, que, tristemente, aún se presenta en nuestros días, sirvió de incentivo para que un equipo de básquetbol colegial de Estados Unidos demostrara que el color de la piel no tiene ninguna relación con el talento y coraje necesarios para triunfar en la duela.
Esta historia real, desarrollada en la década de 1960 en El Paso, tuvo como protagonistas a los Texas Western Miners, equipo de baloncesto de la Universidad de Texas Western, e inspiró la película Camino a la gloria (Glory road), de 2006 y dirigida por James Gartner. Todo comienza cuando el exitoso entrenador Don Haskins (encarnado por Josh Lucas) es contratado por la mencionada casa de estudios para hacerse cargo de su quinteta, sumida en la mediocridad durante años. A fin de revertir esta situación, Haskins comienza a buscar jugadores por todo el país para incorporarlos al equipo. Es así que, luego de convencer, no sin dificultades, a quienes considera los mejores, el entrenador es cuestionado tanto por las autoridades educativas como por los aficionados, pues la mayoría de los nuevos basquetbolistas son de raza negra, algo atípico en esa época en el baloncesto estadounidense.
Según dictaba la “tradición” en los años 60, era aceptable que en un equipo hubiera hasta tres basquetbolistas negros y solo uno de ellos estuviera en la duela; sin embargo, Haskins desafía esta “ley” al incluir a siete atletas afroamericanos, la mayoría de ellos en el cuadro titular, lo que escandaliza a muchos. No obstante, la disciplina impuesta por el entrenador y el talento de sus jugadores poco a poco conquistan a propios y extraños, quienes por fin ven en la quinteta texana a un conjunto ganador, capaz de vencer a los mejores equipos colegiales de la nación. Además, para convencer a sus pupilos de seguir sus métodos, pues se le rebelan al principio, Haskins debe derribar otro prejuicio: haber dirigido a un equipo femenil. Por fortuna, la calidad deportiva y humana del coach convence a todos y esto contribuye a sentar las bases para el éxito.
No obstante, en medio de la gran temporada de los Miners surge la violencia. En sus partidos como visitantes, los jugadores afroamericanos son víctimas de agresiones y manifestaciones racistas que ponen en riesgo su integridad física y afectan su rendimiento deportivo. Esto ocasiona desmotivación y casi provoca su renuncia al equipo, lo que se suma al menosprecio de uno de los entrenadores más renombrados de la liga universitaria, quien desdeña sus logros en la antesala del duelo por el campeonato.
Camino a la gloria está disponible en plataformas de video bajo demanda y constituye, además de una gran cinta que obtuvo de parte de la cadena ESPN el premio ESPY 2006 a la mejor película deportiva, una excelente oportunidad de reflexionar sobre la lucha por sobresalir de los basquetbolistas negros, cuya ausencia hoy en día resulta inimaginable, así como sobre la importancia de combatir toda forma de racismo tanto en el deporte como en cualquier otro ámbito de la vida.