Ciclismo y poesía: “Ciclando de Barcelona a la Val d’Aran”

El deporte no solo ofrece salud y acondicionamiento físico. Disciplinas como la carrera a campo traviesa, el esquí, el senderismo, el kayak y el ciclismo de montaña, por ejemplo, se llevan a cabo, regularmente, en escenarios de impresionante belleza natural, tanto nacionales como extranjeros, lo que, sin duda, enriquece su práctica. Además, en muchas ocasiones se realizan en compañía de otros aficionados, con quienes se forja un vínculo no únicamente deportivo, sino fraternal a través de la convivencia y experiencias compartidas.

Muestra de lo enriquecedora y agradable que puede resultar la práctica deportiva de aventura es el poema “Ciclando de Barcelona a la Val d’Aran”, del escritor español Ricardo Fernández Esteban, quien tiene una gran afición por el ciclismo de montaña y la plasmó en este texto. El autor cuenta que, en agosto de 2015, junto con algunos amigos, emprendió un recorrido en bicicleta desde Barcelona, su ciudad natal, hasta el Valle de Arán (Val d’Aran en idioma aranés), una comarca española en la región de los Montes Pirineos en la provincia de Lérida, Cataluña.

El trayecto duró seis días, en los cuales abarcaron más de 400 kilómetros y 10 mil metros de ascenso, con el enorme plus de disfrutar majestuosas postales de los Pirineos, famosa cordillera que constituye la frontera natural entre España y Francia. Un recorrido como el de Fernández representa no únicamente una proeza deportiva, sino toda una experiencia de vida repleta de belleza y emoción que queda para siempre en la memoria.

Los versos de Fernández nos describen el viaje desde su comienzo en Barcelona, cuando habla de “cruzar el territorio, evitando el asfalto en lo posible”, elemento urbano del que los deportistas aventureros procuran huir para cambiarlo por la tierra del bosque y el agua de los riachuelos, en “un buen desafío, si al motor (del auto) le sobran temporadas y le falta potencia”.

Ante aquellos que cuestionan si los riesgos de un viaje en bicicleta de tal envergadura valen la pena, el poeta, también aficionado a esquiar en nieve, afirma que hay “montañas que nos crecen cada año, pendientes que te imponen, descensos que acongojan, barro, sudor y sed… ¿Es eso masoquismo o es placer? Ante todo es pasión”.

Sobre el cansancio, declara: “Nos entregamos mucho, pero la bici nos devuelve mucho más: el ciclar en equipo con amigos, el compartir, sintiendo los paisajes porque los ganas lentamente, metro a metro, cuando te impulsa el combustible propio y avanzas a tu paso”.

Y acerca del empeño puesto: “Nos da mucho el camino, más que los kilómetros y alturas, nos da su compañía y nos recuerda que hemos de ser humildes y aceptar el ritmo de las piernas y los años; en bici la potencia no es algo que se compre, la tienes que ganar aplicando tu esfuerzo”.

Pueden disfrutar el poema completo en el blog de Ricardo Fernández Esteban, cuya liga les comparto, y apreciar cómo deporte, naturaleza y amistad se conjugan para crear arte.

https://lapalabraesmagica.blogspot.com/2015/08/ciclando.html

Author: Jose Alejandro Carro
Redactor, escritor reflexionando sobre deporte y otras formas de comunicacion Profesional dentro y fuera del campo