El consumo de proteínas en el deportista.

Las proteínas son moléculas que están formadas por partículas más pequeñas llamadas aminoácidos. En total existen 20 aminoácidos diferentes, de los cuales once son no esenciales, esto quiere decir que nuestro cuerpo los puede producir; por el contrario los nueve restantes, que reciben el nombre de esenciales, se obtienen a través de los alimentos.

La calidad de la proteína se establece por la cantidad y variedad de aminoácidos esenciales que contengan. Los alimentos derivados de animales, como el huevo, la carne y los lácteos, se consideran de mejor calidad que los alimentos de origen vegetal (a excepción de la soja), pero si hacemos combinaciones adecuadas podemos mejorar la calidad. Por ejemplo, al mezclar cereales y leguminosas como lentejas con arroz o maíz con frijoles.

Lo ideal es que las proteínas representen de un 5 a un 15 % de la dieta diaria, dependiendo del tipo de ejercicio que se realice, de su intensidad, su  finalidad, la frecuencia de la práctica, el consumo de hidratos de carbono y sus reservas, ya que existen deportes en el que el peso y el volumen del cuerpo deben de ser mínimos o muy bajos en los que se controla la ganancia de músculo, por el contrario existen otros deportes en los que el volumen muscular es importante y el tipo de requerimientos energéticos serán diferentes.

Algunos deportistas consideran que con un consumo alto e indiscriminado de proteínas o aminoácidos pueden producir un aumento de músculo más fácil y rápidamente, pero no son conscientes de la acumulación de toxinas que producen y el daño generado en órganos como los riñones, los cuales son los encargados de procesar a las proteínas

Author: Laura Sanchez Calderon