Racismo en el deporte: película “Woodlawn”

En pleno tercer milenio, podría pensarse que muchos problemas que la humanidad ha arrastrado durante siglos debían estar superados. Uno de ellos es el racismo. Tristemente, este fenómeno que nos envilece aún está presente en diversas formas y en numerosos aspectos de la sociedad, y el deporte no ha sido ajeno a su contaminación. Baste recordar las manifestaciones en apoyo a los atletas de raza negra en disciplinas como el futbol americano, donde el mariscal de campo Colin Kaepernick, quien en 2016, formando parte de los 49s de San Francisco, comenzó a arrodillarse durante la interpretación del himno nacional de Estados Unidos antes de los partidos de la NFL a manera de protesta por la discriminación hacia los afroamericanos en ese país, gesto que ha sido replicado en otros deportes por la misma razón.

Es por ello que quiero hablarles de una película que aborda este problema: “Woodlawn” (2015), estelarizada por Caleb Castille y dirigida por Andrew y Jon Erwin. El filme está inspirado en la historia real de Tony Nathan (Castille), un jugador de futbol americano colegial que, a principios de los años 70, militó en el equipo de la preparatoria Woodlawn en Birmingham, Alabama, ciudad estadounidense que durante esa época vivió graves conflictos raciales.

Es cuando la escuela abre sus puertas a estudiantes negros que la tensión se torna mayúscula. Esa discriminación también se manifiesta en el equipo de futbol americano de Woodlawn, donde los jugadores negros son relegados a la banca. Finalmente, obligado por conseguir buenos resultados en el emparrillado, el entrenador Tandy Gerelds decide darles oportunidad a los suplentes; es entonces que Nathan destaca como corredor y se convierte en pieza clave para elevar el desempeño del conjunto, no sin provocar el enojo de algunos padres de los estudiantes blancos, que no aceptan que un joven de color de piel distinto desplace a sus hijos de la alineación titular.

Es así que, con la incorporación de futbolistas negros, el equipo de Woodlawn revierte los pronósticos de una campaña desastrosa y se convierte en un conjunto ganador que apunta a clasificar a postemporada y donde Nathan se revela como la primera gran estrella negra de este deporte que llama la atención de entrenadores de pretenden llevarlo a sus universidades. Claro que en este ambiente de odio absurdo por parte de algunos no faltan manifestaciones en contra del talentoso joven, quien se verá en la disyuntiva de continuar su ascendente carrera deportiva o abandonarla ante las amenazas de algunas personas que no pueden aceptar que alguien como él le demuestre a su gente que el color de la piel no hace ni más ni menos a nadie.

“Woodland” está disponible en “Flitnex” para que aprecien cómo se puede contribuir a erradicar un fenómeno tan terrible como el racismo a través del deporte, pues constituye una actividad que ennoblece el espíritu de las personas a través del esfuerzo, la disciplina, el honor y la fraternidad, valores a los que debemos aspirar como sociedad.

Author: Jose Alejandro Carro
Redactor, escritor reflexionando sobre deporte y otras formas de comunicacion Profesional dentro y fuera del campo